A pesar de su juventud, Leandro Velázquez acumuló una década de experiencia trabajando en Salentein y en vendimias de distintas partes del mundo antes de fundar su propio proyecto. Así, en 2017 nació Solito Va, que tiene como base la antigua casa de los abuelos de Leandro en San Carlos, Valle de Uco (Mendoza).
Junto a su esposa Giuliana Bruno, homenajea la tradición de su familia con una vinificación respetuosa, sin agregados químicos ni intervención excesiva, a través de viñedos ubicados en La Consulta, Paraje Altamira, Chilecito y Pampa El Cepillo.
De una primera tirada de 600 botellas, Solito Va logró crecer ampliamente en apenas un puñado de años: actualmente produce 35.000 botellas al año. Paralelamente, Leandro se encarga de la enología de Tutu, proyecto fundado por el sommelier Aldo Graziani.